lunes, 18 de junio de 2007

Ignacia Pinto

Por Ignacia Pinto

El valor de las palabras

No hay nada más importante que las palabras. Estas han sido mis grandes compañeras de vida. Y a pesar de estar constantemente con el ser humano, han influido en mí más de lo que yo creía.
A través de éstas he podido expresarme tal cual soy, sin poner caras lindas para caer bien o no quedar mal; sólo ser yo. Generalmente, me cuesta decir lo que pienso de manera clara a viva voz, pero con las palabras, lo hago sin problemas.
Han estado conmigo en momentos de gran plenitud: para escribir a mi mamá, que siempre, como gran madre, se ha sentido orgullosa de cada palabra que le he dedicado; expresarle a mi hermana la gratitud por haber traído al mundo a un niño tan lindo y especial al mundo; desearle suerte y transmitirle mis experiencias a mi hermana menor en la vida; declarar mi amor, mandarle mensajes a mis amigas en clases, cuando estaba prohibido.
Pero, como grandes amigas, también han estado cuando he pedido perdón; cuando quería expresar mi pena por la separación de mis papás; cuando peleo con mi mamá; cuando tengo rabia con el mundo y no queda nada más que las palabras.
No concibo, pero respeto a la gente que no le gusta escribir. Creo que sin esta habilidad, que adquirí de mis padres (que a pesar de no seguir una carrera relacionada con las letras, las aman) muy pocas cosas son posibles; son una parte esencial de nuestra vida.
Aún recuerdo cuando mi papá compraba el diario cada fin de semana, y con mis hermanas nos lo peleábamos. Porque nos encantaba la idea de conocer realidades alternas. Esto hizo que muchas veces, como una niña con inmensa imaginación, quisiera escribir un libro con mis aventuras y travesura; como alcanzar algo de mi manera o simplemente contarle al mundo mis experiencias de vida. Y todavía lo sostengo, porque creo que todos podemos, a través de las palabras, entregar a la humanidad algo que influya en sus vidas. Tal como dice aquel cliché tan cierto: Mientras lo que se trató de compartir haya sido recepcionado por otro y haya influido en aquella persona, se puede declarar la misión cumplida.
Si vemos más allá de los eventos ocurridos en mi vida con respecto a las palabras, no podríamos establecer relaciones de ningún tipo, porque necesitamos expresar más allá de las palabras oralmente expresadas para decir o dar a conocer algo.
Es por todo lo anterior que elegí la carrera de periodismo, para que el lector cuente con algo más que la propia realidad y que siempre tenga a mano la idea de utilizar las palabras cuando, como yo, se sienta de alguna manera que no puede expresar, o todo lo contrario; querer compartir todo.

No hay comentarios: